Los festivales metaleros son eventos cargados de adrenalina y emociones, y esto quedó demostrado ayer con la realización del México Metal Fest IV.
De nueva cuenta la Explanada de los Sultanes de Monterrey fue la sede de este evento, el cual logró congregar a miles de almas metaleras no solo del norte del país, sino también de otras partes de México y del mundo.
Hubo propuestas de varias corrientes metaleras y de varias nacionalidades.
A las 11:35 horas inició el festival y a pesar de la hora tan atípica para un evento de este tipo, ya había muchas personas disfrutando del show de Mortuary, legendaria banda regiomontana a quien le tocó el importante papel de abrir el México Metal Fest IV.
Así se vinieron en cascada los shows de bandas nacionales como Pactum y Dios Perro, para después dar paso a bandas internacionales como Gigan y Skull Fist.
El calor que se sentía a esa hora del día era enorme, arriba de los 33 grados algo que resulta atípico tomando en cuenta la temporada, pero bueno, sabemos cómo es de raro el clima regiomontano.
Pero el calor no afectó al público, al contrario la intensidad se hizo presente en las presentaciones de UADA y Havok, quienes prendieron a los miles de fans presentes.
De ahí brincamos a la presentación de uno de los músicos más influyentes del metal, Glen Benton y Deicide, una de las presentaciones más esperadas y que cumplió con creces las expectativas que se tenían del veterano bajista.
Posteriormente se presentó Six Feet Under, icónica banda que dejó todo sobre el escenario. El vocalista Chris Barnes se notó muy halagado por la respuesta positiva que recibió de los fans y hasta lució una franela de los Sultanes de Monterrey.
Luego llegó el metal nórdica de Unleashed y Hammerfall, ambas bandas poseedores de estilos diferentes pero con dos factores comunes: gran calidad técnica y mucha entrega sobre el escenario.
El ambiente se cargo de oscuridad con el show de Possessed. Jeff Becerra llamó la atención de muchos asistentes por su desgarrado estilo vocal y por el afecto que mostró hacia el público mexicano. De hecho al terminar su show bajó a convivir con los fans.
El thrash metal de Dark Angel infestó el festival, poniendo a cientos de fans a armar el moshpit.
El momento cumbre llegó con Emperor, show esperadísimo por miles de fans no solo por los mexicanos, sino también por los fanáticos extranjeros que se dieron cita en la ciudad solo para ver a los noruegos.
Y vaya que cumplieron con su papel de headliner, pues durante todo su set prevalecieron los gritos y las melenas moviéndose de lado a lado.
El final del México Metal Fest se dio con dos poderosas bandas: Nuclear Assault y Dying fetus, presentaciones con las que se le punto final a una exitosa cuarta edición de este festival.