Tras cinco años de no visitar México, Depeche Mode regresó al país envueltos en euforia total y creando un ambiente espectacular en el Foro Sol ante 65 mil asistentes.
Cabe destacar que en esta ocasión la agrupación llegó en dúo luego de sufrir la lamentable pérdida de su tecladista Andy Fletcher. Pero nada los frena, pues con una energía única se encargaron de aviviar la noche a lo grande.
Caía la noche mientras, al mismo tiempo también caía la manta que cubría el escenario para dejar ver una escenografia principalmente representada por la M gigante que tanto los distingue, abriendo paso a una serie de luces en tonos amarillos.
La entrada estuvo a cargo del tema “My cosmos is mine”, para posteriormente continuar con “Wagging Tongue”, mientras los sintetizadores hacían del viaje algo simplemente espectacular.
Depeche Mode es una eminencia en el mundo electrónico, y ese virtuosismo fue demostrado a diestra y siniestra durante el show ofrecido en la capital del país.
Dave Gahan se lució con las vibras que emanaba. Su energía era palpable y totalmente contagiosa hacia su audiencia, quienes seguían con atención sus movimientos. El saco que traía puesto se meneaba de lado a lado dejando claro que él es imparable.
Por su parte, los solos agudos de Gore hicieron lo suyo y enaltecieron aún más el talento que envuelve a Depeche Mode con cancions como “Walking in my shoes”.
La noche se tornaba aún más especial puesto que desde un inicio la banda anunció que este concierto sería grabado para inmortalizar la noche, y los fans que acudan a sus conciertos serán parte de ello.
El momento más nostálgico de la noche estuvo a cargo del tema “Sister of night”, mismo durante el que Gahan no paró de demostrar su pasión y entrega sobre el escenario.
“Conten todos conmigo, México”, expresaba Gahan para posteriormente abrir paso al tema “Precious”.
La sensualidad invadió la atmósfera cuando Dave se despojó de su saco y quedó solo en chaleco para interpretar “Soul with me” al ritmo del piano mientras todos encendían las luces de sus celulares a los alrededores. Increíble ese momento.
La noche transcurrió entre emociones a flor de piel y una intensidad que solo Depeche Mode puede hacer brotar, dejando claro porque son toda una leyenda en su género y la fuerza que habita en su legado.